En esta entrada contaré mi experiencia al haberme mudado al
campo, ya que pienso que es algo importante en mi vida.
Cuando me mudé, algo que llevaba deseando desde hacía un par
de años, estaba muy ilusionada con tener un cuarto propio (hasta entonces
compartía cuarto), así que lo único que pensaba era la forma en que pondría los
muebles, o qué cortinas pondría, la alfombra…cosas que parecen tonterías pero
que a mi me hacia mucha ilusión.
Pero lo mejor de
vivir en el campo es la inmensa tranquilidad que se respira. Cuando quiero
estar tranquila me siento detrás de la casa y miro los árboles mientras escucho
música, o simplemente en silencio, escuchando la naturaleza y a los animales
que tienen los vecinos.
Incluso por la noche estoy mejor en el campo ya que se ven
muchas estrellas porque no hay casas que las cubran, ni luz que haga que se
vean menos.
El único problema es cuando quiero salir un rato o comprar
algo, me tienen que llevar a Los Palacios (el pueblo en el que vivía antes) para
cualquier cosa, aunque por suerte normalmente no tengo problemas en que me
lleven.
De todas formas, en general, vivir aquí es una experiencia
increíble, si tenéis la oportunidad os aconsejo que paséis un día en el campo,
seguro que no perdéis el tiempo.
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